Algunas veces uno se encuentra en la vida como viviendo por vivir, de manera autómata. Haciendo y realizando todo de manera cotidiana pero sin saber ya el porque hacemos eso. Ya perdimos el sentido, la claridad y la transparencia. Perdimos el interés, el deseo, el sueño, las ganas de seguir avanzando por un rumbo que ya no nos inspira nada.
Si a esto le añadimos la realidad de que entre más envejecemos, nos vamos instalando más; entramos en hábitos no tan sanos a veces. Nos llenamos de disciplinas o indisciplinas, e incluso nos vamos llenando de emociones y sentimientos de desanimo y hastío que nos resulta muy difícil romperlos ni salir de este especie de circulo sin fin.
Y seguimos viviendo así como se nos da. Siempre lo lo mismo. En ese mismo trabajo, con las mismas personas, fomentando las misma relaciones. Sin aportar al menos un cambio. Y sobretodo sin sentir que lo que hacemos tiene sentido. Nos volvemos rutinarios e incluso perdemos nuestra espontaneidad. Estamos tan metidos en esa realidad, que ya no creemos que existe otra mejor y que si dejamos esta o la perdemos, sabe Dios que será de nosotros.
El Filosofo Alemán Arthur Schopenhauer, solía decir que el mundo que percibimos no es sino el resultado de nuestras interpretaciones. "El mundo esta hecho del mismo material que los sueños". El decía que el mundo no es otra cosa que voluntad. Que las personas cuando queremos algo, sentimos dolor porque no lo tenemos y cuando lo tenemos, esto nos cansa, nos llena de hastío y de pesar y ya no lo queremos. Ahora deseamos otra cosa. Y volvemos a sentir dolor. Buscamos otra vez nuestro objeto de deseo para sanar dicho deseo , y así sucesivamente, repetimos todo el sistema.
Ciertamente, para cambiar esta realidad se necesita la intención y deseo de hacer una cosa, la que sea. Y a veces es lo que nos falta.Nos falta voluntad.
La voluntad es la fuerza, la energía el poder que todos tenemos para decidir hacer algo, o afrontar algo. Sobretodo, es la que nos lleva a desear salir o no de situaciones nocivas, cambiar hábitos y sobretodo afrontar las situaciones de la vida ,aceptarlas y transformarlas.
De ahí que, a falta de voluntad es la que nos tiene en esa situación. Queremos cambiar nuestra realidad, pero, casi siempre haciendo lo mismo y obteniendo los mismo resultados; aunque esperamos ver un cambio. Es necesario pues, que al igual que lo hace un deportista, empezar a fortalecer nuestra voluntad, de a a poco, pero continuamente. No solo en nuestro físico, sino en cosas más profundas como en el deseo de dejar nuestro egoísmo, la pereza, el desanimo y sobretodo la desesperanza.otros.
Ciertamente, para cambiar esta realidad se necesita la intención y deseo de hacer una cosa, la que sea. Y a veces es lo que nos falta.Nos falta voluntad.
La voluntad es la fuerza, la energía el poder que todos tenemos para decidir hacer algo, o afrontar algo. Sobretodo, es la que nos lleva a desear salir o no de situaciones nocivas, cambiar hábitos y sobretodo afrontar las situaciones de la vida ,aceptarlas y transformarlas.
De ahí que, a falta de voluntad es la que nos tiene en esa situación. Queremos cambiar nuestra realidad, pero, casi siempre haciendo lo mismo y obteniendo los mismo resultados; aunque esperamos ver un cambio. Es necesario pues, que al igual que lo hace un deportista, empezar a fortalecer nuestra voluntad, de a a poco, pero continuamente. No solo en nuestro físico, sino en cosas más profundas como en el deseo de dejar nuestro egoísmo, la pereza, el desanimo y sobretodo la desesperanza.otros.
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