Barreras
y puentes de la comunicación oral
Es común que durante la comunicación
estén presentes los obstáculos o ruidos que distraigan nuestra atención y nos
impidan escuchar con efectividad, a estos también se les conoce como barreras,
definidas por Clevenger y Matthews como cualquier interferencia en el proceso
de la comunicación.
Se pueden distinguir ciertas barreras
que pueden ser clasificadas en externas o ambientales e internas y semánticas o
relativas al que habla.
2.1
Semánticas
Las barreras relacionadas con
el habla o semánticas;
éstas se refieren a la diferencia de significados que puede tener un mensaje
para las persona, debido a sus diferencias socioculturales o de valores, es
decir, incluyen a un hablante que posee una cultura muy diferente a la propia,
el modo de hablar, los gestos, las expresiones, el acento, el estatus que
maneja al hablar con el oyente y la dificultad que representa la decodificación
correcta del mensaje, enviado por las diferencias existentes.
Como puede apreciarse, el acto de la
comunicación es muy complejo y hay muchas variables que entran en una situación
de comunicación determinada, pues no sólo es considerar los elementos que
conforman la misma; sino aspectos como el de la inteligibilidad, ya que son
niveles más básicos de la organización de los mensajes involucran fonemas,
palabras, frases y oraciones complejas; así como condiciones del ambiente,
actitudes de los interlocutores, entre otros aspectos que impedirán o
permitirán la recepción y transmisión fiel del mensaje.
Clevenger y Matthews definen la
fidelidad como la correspondencia entre el mensaje y su recepción, aunque
tratándose del significado del mensaje, esta correspondencia nunca podrá ser
exacta, de manera que tendríamos que hablar en términos de mensajes de alta o
baja fidelidad, todo depende del grado de correspondencia entre la intención
del emisor y la comprensión por parte del receptor; es decir, el logro de
atención, generación de un interés o necesidad a satisfacer, búsqueda del marco
y entorno semántico común, así como la adecuación del mensaje por parte del
emisor.
En primera
instancia, podríamos decir que, al igual que en el caso de todos los equipos de
sonido de alta o baja fidelidad, cuanta más energía se gasta, tanta más
fidelidad tendrá el mensaje. Es decir, generalmente si el emisor gasta energía
en esforzarse por hacerse entender, si se explica bien, dando ejemplos y
razones e ilustra sus ideas con apoyos verbales y, además, toma en cuenta la
retroalimentación del receptor y cambia su mensaje de acuerdo con los
requerimientos de éste, entonces aumentará la posibilidad de que su mensaje sea
de alta fidelidad, es decir, habrá alta correspondencia entre su intención de
comunicación y la comprensión de su mensaje por parte del receptor.
Sin embargo, con esto no queremos
decir que la relación entre el esfuerzo del emisor y el receptor y, la
fidelidad del mensaje, sea como una fórmula de: a mayor esfuerzo, mayor
fidelidad. Puesto que hay situaciones que requieren de poco esfuerzo y sin
embargo, existe un alto grado de correspondencia entre la intención del emisor
y la comprensión del receptor, así como también del grado de confianza o
intimidad existente entre los comunicantes, he aquí por qué la comunicación es
considerada como todo un arte.
Clevenger y Matthews afirman que la
persona que sabe conversar es percibida como honesta, discreta, madura,
inteligente, educada, sencilla, paciente, comprensiva, franca, sincera,
objetiva, de mentalidad abierta, dinámica, alegra y optimista.
La persona con la que otras evitan conversar
es percibida como hipócrita, burlona, chismosa, envidiosa, mentirosa, terca,
prejuiciosa, de mentalidad cerrada, impaciente, superficial, indiscreta,
distraída, voluble, aburrida y pesimista.
Estas concepciones son transmitida,
muchas veces, por ciertos comportamientos que tomamos al comunicarnos tanto
verbal como no verbalmente; por eso es necesario identificar las barreras y
puentes, tanto verbales como no verbales, que permitan mejorar cada vez más
nuestra comunicación.
2.2
Psicológicas
Las barreras internas son aquellas que se originan
en la misma fuente o persona, éstas pueden dividirse en físicas y psicológicas.
Las primeras incluyen fatiga, hambre, sed, dolor, sueño; las segundas la
fantasía, los conflictos entre los puntos de vista del hablante y oyente,
presiones de tiempo y trabajo, resistencia a nuevas ideas y supuestos y
expectativas respecto al mensaje.
Las barreras externas o
ambientales
son aquellas que se originan precisamente en el medio ambiente e incluyen el
ruido que se origina en el mismo, mensajes que se superponen unos a otros y
distracciones físicas, visuales u olfativas.
2.3 Barreras verbales.
- Quedarse
callado.
- No
aportar ideas.
- Contestar
escuetamente.
·
Manifestarse de forma superficial y/o
prejuiciosa.
·
Hablar en exceso, ya sea sobre un
mismo tema o sobre uno mismo.
·
Cambiar el tema antes de que se haya
terminado de tratar.
·
Hacer comentarios fuera del tema.
·
No responder cuando le dirijan la
palabra.
·
Interrumpir, criticar, regañar o
enojarse.
·
Hacer comentarios burlones.
·
Expresarse negativamente.
2.4 Barreras no verbales
- Gritar
o hablar demasiado bajo.
- Reírse
constantemente.
·
Manifestar impaciencia o aburrimiento
por el tema de conversación.
·
Dirigir la mirada hacia otro lado.
·
Distraerse constantemente.
·
Moverse mucho durante la plática.
·
Evitar la mirada del otro.
·
Ser de criterio cerrado.
·
Responder con poco entusiasmo.
Todas la barreras
pueden ser superadas y convertidas en puentes, es decir en elementos que apoyen
a que los mensajes sean mejor transmitidos y no se pierdan de vista los
objetivos principales del acto comunicativo. Algunos ejemplo de puentes de
comunicación son: la participación, la integración, la solidaridad, la
identificación y la colaboración.
La empatía es otro puente de gran
importancia para generar resultados positivos en el intercambio de mensajes, es
lo que comúnmente llamamos como “ponerse en el lugar del otro”, a fin de
considerar un mayor entendimiento al acercarse a la realidad de la conducta de
los demás.
El conocimiento de las barreras y los
puentes de la comunicación, nos deben servir como un elemento de acercamiento
al desarrollo de habilidades para el logro del objetivo comunicativo: la
evolución y el avance humano.
2.5 Puentes verbales
·
Responder a las preguntas y observaciones con
comentarios valiosos.
·
Tener la capacidad de hablar sobre
varios temas.
·
Expresarse con amplio criterio.
·
Aportar nuevas ideas.
·
Preguntar sobre el tema que se está
tratando.
·
Hacer comentarios sobre el tema.
·
Dar consejos cuando son pedidos.
·
Hablar con seguridad.
·
No titubear.
·
Decir las palabras adecuadas en el
momento oportuno.
·
Hacer comentarios positivos.
2.6 Puentes no verbales
·
Responder con entusiasmo.
·
Moderar la voz.
·
Reflejar interés con la mirada.
·
Mirar a los ojos o buscar con la
mirada.
·
Escuchar con atención.
·
Ser expresivo con el cuerpo y
gesticulaciones de la cara en grado aceptable.
·
Trasmitir alegría, seguridad y
confianza.
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