viernes, 25 de enero de 2019

Comunicación no verbal. I




Práctica
Conocer los elementos determinantes y aplicarlos en ejercicios adecuados.

2.1 Expresión corporal
Es común en nuestra vida cotidiana escuchar que las opiniones sobre los demás se generan a partir de una primera impresión. En la vida académica y profesional, no debemos olvidar que estamos reflejando rasgos de cultura y que en parte estos se sugieren a través de una imagen que proporcionamos con nuestro aspecto.

Hay pruebas de que al cambiar el lenguaje del cuerpo, también se alteran los propios sentimientos y actitudes. Charles Darwin inició el estudio moderno del lenguaje corporal, al indicar en la expresión de la emoción en el hombre y en los animales (1872), que las expresiones faciales y las posturas del cuerpo se utilizan en todo el reino animal para lograr lazos sociales, defender el territorio y establecer autoridad.

Los individuos se abren a los demás  o se esconden tras barreras autoimpuestas. Se puede crear una barrera al cruzar los brazos, al aferrar un objeto o al cruzar los tobillos. Simbólicamente, estas barreras distancian a los demás y contienen los propios sentimientos. Los individuos que abren sus cuerpos, reclinándose en una silla con las manos detrás de la cabeza, demuestran tener la suficiente confianza en sí mismos como para expresarse sin protegerse. También pueden intentar demostrar que dominan a los demás, ya se trate de una dominación real o bien, porque desean que los demás crean que dominan.

No todo el lenguaje corporal se puede interpretar con facilidad , aunque sí es posible tomar conciencia en buena parte de él, tanto en los demás como en uno mismo, para obtener, de ese modo, una mayor y mejor comprensión del comportamiento humano.

A las personas con una pauta verbal más rápida que la habitual se las percibe como más dinámicas e inteligentes y por ello es probable que convenzan a los demás de su punto de vista. Hablar con rapidez tiene la ventaja adicional de dar al interlocutor escéptico muy poca oportunidad para organizar sus contra argumentos.

Mirar a otra persona con sinceridad y sin titubear demuestra la seguridad con la que nos comunicamos, algunas actitudes que demuestran lo contrario son: cerrar los ojos durante 2 ó 3 segundos, generando una impresión de distancia, mirar la mejilla (o sólo una parte de la cara) del que lo escucha, lo que da una imagen de torpeza y distancia; mirar la ventana o la pared, con una imagen poco interesada y distante; o mirar al público medio segundo, lo cual reduce el impacto.

Para evitar estos errores es indispensable practicar, no dispares la vista hacia cualquier lado. Evita el parpadeo, observa tus miradas en un espejo e imagina cómo ves cuando estás molesto y cómo cuando estás contento.

Algunas acciones que puedes considerar para practicar la mirada son: mirar a cualquier lugar cerca de los ojos, en una exposición, discusión, conversación, etc., es aceptable, pero nunca al suelo y hombros; puedes practicar mirando en medio de la frente, un poco arriba de los ojos. Realiza observaciones a personajes de televisión y compara tus patrones visuales.


Habilidades para la Comunicación Oral II




1.2 Dirección y fluidez
La voz debe ser una ventaja en la comunicación oral. “Al contrario de la imagen y a diferencia de la escritura, la lengua hablada es disponible de inmediato” (Renzo, 1988:19). Aprender a usar la voz como un instrumento sonoro y resonante, tendrá beneficios en nuestros actos de comunicación cotidiana, especialmente cuando en estos se presente cierta formalidad, por ejemplo en el uso del teléfono o en el marco de una reunión. La voz debe atraer la atención y no permitir que se convierta en una barrera contra la acción.

En la comunicación verbal se denomina dicción a la correcta pronunciación de los fonemas que conforman las palabras. La falta de dicción, es decir los tropiezos, tartamudeos y cambio de letras u omisiones de las mismas en el vocabulario, sólo traen como resultado que se escuche mal lo que decimos; lo cual genera una imagen de no saber el uso correcto de las palabras o de no interesarnos por hablar correctamente.

En el caso de la fluidez, ésta se entiende como el ritmo apropiado para expresar las ideas sin la presencia de pausas o respiraciones repentinas por la boca, cuando se habla demasiado rápido. En sí, la falta de dicción ocasiona que no se tenga una fluidez adecuada.

1.3 Voz y variedad vocal
Tu voz es el principal vehículo para transmitir un mensaje al igual que los transportes, puedes adquirir una que apenas avanza con mucha dificultad o usa una que, además de suave para conducir, sea veloz. Aunque habrá que considerar, también, que ambos te llevan hasta el destino que te hayas marcado, pero la calidad del viaje puede variar en gran medida.

Con esta comparación, que para muchos puede resultar absurda, lo que se pretende es hacer reflexionar que el uso de la voz estará presente, siempre, ante la imagen que demos a los demás, pues se trata de nuestra forma de acercamiento a la interacción humana.

Según Decker (1992), el tono de la voz puede determinar la efectividad del 80% de un mensaje. La voz, entonación, resonancia y estilo, determinan así el 80% de la credibilidad cuando las personas no nos pueden ver, por ejemplo cuando se escucha a un locutor por la radio, atendemos a la grabación de algún mensaje. Podemos saber mucho de las personas con las que hablamos por teléfono en unos cuantos segundos, sólo por el tono de la voz.

Los cuatro aspectos a considerar en una voz son: relajamiento, respiración, proyección y resonancia. El primer aspecto se refiere principalmente a la emisión de la voz sin temblor y sin altibajos de tono, el segundo al correcto empleo del  aire al inhalar y exhalar sin que se escuche; la proyección tiene que ver con la tonalidad expresada y la resonancia tanto con el volumen como con la dicción.

Algunos consejos que puedes emplear para el mejor manejo de la voz cuando tienes que hacer uso de ella, ya sea en situaciones cotidianas o formales, se presentan a continuación (Decker, 1992):

·         No leas los discursos. La escritura, la lectura y el habla son diferentes medios para la comunicación. Utiliza notas y guías de las ideas principales cuando hables. Piensa, adapta y altera el contenido de tu discurso.
·         Haz énfasis en las palabras correctas. Experimenta remarcando las palabras apropiadas en tus conversaciones cotidianas.
·         Llama por teléfono a cinco compañías escogidas al azar en el directorio y califícalas por la calidad y el tono de voz de la persona que conteste.
·         Haz una lista de cinco personas conocidas que tengan un estilo de voz atractivo y placentero, también identifica a aquellas que no te sean agradables en cuanto a su uso de voz (de preferencia personajes de los medios de comunicación).
·         Graba tus conversaciones por teléfono, reuniones de trabajo, conversaciones con amigos, etc. El método más importante para mejorar el estilo de tu voz es con la información que te proporcione el audio.



Habilidades para la Comunicación Oral I



Objetivo
El estudiante conocerá los conceptos básicos de la comunicación verbal y no verbal.

Diferenciar la comunicación verbal y no verbal.

1. Comunicación verbal.



1.1 Lenguaje, pausas y muletillas.
El lenguaje verbal, como ya se había mencionado, requiere de diversos apoyos, son principalmente verbales como el uso de un vocabulario amplio y preciso, pero también hay otros que sólo son una base temporal para pensar en lo que a continuación se dirá, tal es el caso de las pausas y las muletillas.

Las pausas son bien empleadas cuando el ritmo de la expresión es adecuado, si éstas aparecen en un espacio amplio cuando el ritmo es demasiado rápido, desmerece el mensaje y la comunicación.


Algunas muletillas pueden ser:

E... este...e...este...          Vedá...
Mas que nada...               ¿Y luego?..
Por lo cual...                    Ya que...
¿Me explico?                    ¿Correcto?
Bueno...                          M...m...m...                     Pues...
Se supone que...              Bien...                             Igual y...
Básicamente...                 Y este...                          O sea...       
En la medida que...          Entonces...                      Haz de cuenta...
¿Sí?                                De manera que...             ¿Ajá?                   
¿No?                              ¿Verdad?                        ¿Ves?

También son muletillas o vicios:
  •   Jalar las mejillas hacia atrás mientras se hace un recorrido con los ojos, siempre igual, buscando palabras.
  •   Hablar de prisa y arrastrando las palabras o empalmando unas con otras (algunas personas suelen decir “prosor” o "mairo"en lugar de profesor, o “cenciado” en lugar de licenciado).
  •  Hablar demasiado lento, como si se buscara que cada palabra fuera adecuada, como armando un rompecabezas.
  •   Remarcar exageradamente las palabras como si se quisiera cubrir la inseguridad o el miedo a decir desaciertos.
  • Mirar al suelo con demasiada insistencia.
  •  Llevarse la mano a la cabeza.
  • Mirar hacia arriba con demasiada insistencia.
  •   Frotarse las manos.
  •  Mirar a una sola persona.
  • Nunca mirar a nadie.


jueves, 24 de enero de 2019

3. Niveles de la comunicación


Objetivo

 Identificar los elementos de una comunicación oral adecuada.
Aplicar y llevar a la práctica oral lo aprendido.

3.1 Interpersonal
Se refiere al diálogo entre dos personas, o bien, la comunicación en un grupo de varias personas; al utilizarla, se ponen en juego diversos factores: cuando hablamos con otros, aunque no estemos sometidos a un interrogatorio sobre nuestra persona, damos información sobre nosotros: aunque no lo deseemos, nuestra manera de hablar ofrece a quien nos escucha, un gran número de datos sobre nosotros mismos.

Por otra parte, podemos dirigirnos al interlocutor de muchas maneras, según las múltiples oportunidades que ofrece el código, para convencerlo o lograr que haga lo que deseamos. También podemos hablar aunque no tengamos nada que decir, simplemente para estar en contacto mediante las palabras.

3.2 Grupal
Es aquella que se establece cuando pertenecemos a un grupo. Grupo es el conjunto de personas que se encuentran en contacto, manteniendo una relación entre ellos y conciencia de cierto elemento común que los une.

Los objetivos de este tipo de comunicación puede resumirse en interactuar de manera que se facilite la expresividad emocional, se generen sentimientos de pertenencia, se fomenten las normas de autorrevelación o se prueben nuevos comportamientos.


3.3 Organizacional
Esta modalidad es una forma de comunicación interpersonal, pero de características tales que constituye un ámbito diferentes Posee las características dominantes de la comunicación interpersonal pero también la determinan el número de miembros en la organización y la posición de cada quien. En una organización es fundamental la jerarquía y el flujo de comunicación en función de las posiciones de poder.

Otra característica de la comunicación organizacionales la reproducción en serie de los mensajes: éstos se transmiten de una persona a otra, luego de ésa a una tercera, y así sucesivamente.

La comunicación organizacional tiene lugar dentro los límites definidos y se relaciona con el logro de las metas de su organización. Ejemplos de esta comunicación son las empresas, escuelas iglesias, partidos políticos, grupos deportivos y todo conjunto de individuos formalmente estructurado para conseguir un fin común.

3.4 Masivo
La comunicación de difusión o comunicación de masas es muy importante en la actualidad, y si bien para este tipo de comunicación resulta esencial la tecnología moderna bajo la forma de medios masivos, no debe confundirse la presencia de estos instrumentos con el proceso mismo.

Pero, ¿qué son los medios masivos? Son las diversas formas industrializadas de producir información y entretenimiento en la sociedad de consumo: prensa, cine, radio, televisión.

La comunicación de masas se distingue por las siguientes características:

1. Se dirige a auditorios relativamente grandes.
2. Se trata de un auditorio heterogéneo.
3. Como auditorio conserva su anonimato.
4. El medio actúa en forma pública.
5. Transmite de manera transitoria.
6. El comunicador suele pertenecer a una organización compleja.

"Una razón de que los modos orales y escritos parezcan menos importantes en la vida moderna podría ser la de que ahora poseemos otras formas de comunicación que son más interesantes como experiencia y que permiten un papel más pasivo a la persona receptora. La radio, la televisión, el cine, formulan limitadas exigencias intelectuales a sus públicos. No hace falta saber cómo hablar con elocuencia ni cómo escribir con coherencia para poder participar en los sistemas de comunicación".




Barreras de lal comunicación Humana III Los puentes de la comunicación.


Todas la barreras pueden ser superadas y convertidas en puentes, es decir en elementos que apoyen a que los mensajes sean mejor transmitidos y no se pierdan de vista los objetivos principales del acto comunicativo. Algunos ejemplo de puentes de comunicación son: la participación, la integración, la solidaridad, la identificación y la colaboración.

La empatía es otro puente de gran importancia para generar resultados positivos en el intercambio de mensajes, es lo que comúnmente llamamos como “ponerse en el lugar del otro”, a fin de considerar un mayor entendimiento al acercarse a la realidad de la conducta de los demás.

El conocimiento de las barreras y los puentes de la comunicación, nos deben servir como un elemento de acercamiento al desarrollo de habilidades para el logro del objetivo comunicativo: la evolución y el avance humano.

Puentes verbales

  • Responder  a las preguntas y observaciones con comentarios valiosos.
  • Tener la capacidad de hablar sobre varios temas.
  •  Expresarse con amplio criterio.
  • Aportar nuevas ideas.
  •   Preguntar sobre el tema que se está tratando.
  •  Hacer comentarios sobre el tema.
  •  Dar consejos cuando son pedidos.
  •   Hablar con seguridad.
  •  No titubear.
  • Decir las palabras adecuadas en el momento oportuno.
  • Hacer comentarios positivos.
  •  

Puentes no verbales

Responder con entusiasmo.
Moderar la voz.
Reflejar interés con la mirada.
Mirar a los ojos o buscar con la mirada.
Escuchar con atención.
 Ser expresivo con el cuerpo y gesticulaciones de la cara en grado aceptable.
Trasmitir alegría, seguridad y confianza.


Barreras de la Comunicación Humana II


2.2 Psicológicas
Las barreras internas son aquellas que se originan en la misma fuente o persona, éstas pueden dividirse en físicas y psicológicas. Las primeras incluyen fatiga, hambre, sed, dolor, sueño; las segundas la fantasía, los conflictos entre los puntos de vista del hablante y oyente, presiones de tiempo y trabajo, resistencia a nuevas ideas y supuestos y expectativas respecto al mensaje.

Las barreras externas o ambientales son aquellas que se originan precisamente en el medio ambiente e incluyen el ruido que se origina en el mismo, mensajes que se superponen unos a otros y distracciones físicas, visuales u olfativas.

BARRERAS VERBALES

     Quedarse callado.
No aportar ideas.
Contestar escuetamente.
Manifestarse de forma superficial y/o prejuiciosa.
Hablar en exceso, ya sea sobre un mismo tema o sobre uno mismo.
Cambiar el tema antes de que se haya terminado de tratar.
Hacer comentarios fuera del tema.
No responder cuando le dirijan la palabra.
Interrumpir, criticar, regañar o enojarse.
 Hacer comentarios burlones.
Expresarse negativamente.

 

BARRERAS NO VERBALES

   Gritar o hablar demasiado bajo.
Reírse constantemente.
Manifestar impaciencia o aburrimiento por el tema de
conversación.
Dirigir la mirada hacia otro lado.
Distraerse constantemente.
Moverse mucho durante la plática.
Evitar  la mirada del otro.
Ser de criterio cerrado.
Responder con poco entusiasmo.

2. Barreras y puentes de la comunicación oral


2. Barreras y puentes de la comunicación oral


Objetivo
  Identificar los problemas que impiden la comunicación oral.


Como ya se mencionó antes, es común que durante la comunicación estén presentes los obstáculos o ruidos que distraigan nuestra atención y nos impidan escuchar con efectividad, a estos también se les conoce como barreras, definidas por Clevenger y Matthews como cualquier interferencia en el proceso de la comunicación.

Se pueden distinguir ciertas barreras que pueden ser clasificadas en externas o ambientales e internas y semánticas o relativas al que habla.

2.1 Semánticas
Las barreras relacionadas con el habla o semánticas; éstas se refieren a la diferencia de significados que puede tener un mensaje para las persona, debido a sus diferencias socioculturales o de valores, es decir, incluyen a un hablante que posee una cultura muy diferente a la propia, el modo de hablar, los gestos, las expresiones, el acento, el estatus que maneja al hablar con el oyente y la dificultad que representa la decodificación correcta del mensaje, enviado por las diferencias existentes.

Como puede apreciarse, el acto de la comunicación es muy complejo y hay muchas variables que entran en una situación de comunicación determinada, pues no sólo es considerar los elementos que conforman la misma; sino aspectos como el de la inteligibilidad, ya que son niveles más básicos de la organización de los mensajes involucran fonemas, palabras, frases y oraciones complejas; así como condiciones del ambiente, actitudes de los interlocutores, entre otros aspectos que impedirán o permitirán la recepción y transmisión fiel del mensaje.

Clevenger y Matthews definen la fidelidad como la correspondencia entre el mensaje y su recepción, aunque tratándose del significado del mensaje, esta correspondencia nunca podrá ser exacta, de manera que tendríamos que hablar en términos de mensajes de alta o baja fidelidad, todo depende del grado de correspondencia entre la intención del emisor y la comprensión por parte del receptor; es decir, el logro de atención, generación de un interés o necesidad a satisfacer, búsqueda del marco y entorno semántico común, así como la adecuación del mensaje por parte del emisor.

En primera instancia, podríamos decir que, al igual que en el caso de todos los equipos de sonido de alta o baja fidelidad, cuanta más energía se gasta, tanta más fidelidad tendrá el mensaje. Es decir, generalmente si el emisor gasta energía en esforzarse por hacerse entender, si se explica bien, dando ejemplos y razones e ilustra sus ideas con apoyos verbales y, además, toma en cuenta la retroalimentación del receptor y cambia su mensaje de acuerdo con los requerimientos de éste, entonces aumentará la posibilidad de que su mensaje sea de alta fidelidad, es decir, habrá alta correspondencia entre su intención de comunicación y la comprensión de su mensaje por parte del receptor.

Sin embargo, con esto no queremos decir que la relación entre el esfuerzo del emisor y el receptor y, la fidelidad del mensaje, sea como una fórmula de: a mayor esfuerzo, mayor fidelidad. Puesto que hay situaciones que requieren de poco esfuerzo y sin embargo, existe un alto grado de correspondencia entre la intención del emisor y la comprensión del receptor, así como también del grado de confianza o intimidad existente entre los comunicantes, he aquí por qué la comunicación es considerada como todo un arte.

Clevenger y Matthews afirman que la persona que sabe conversar es percibida como honesta, discreta, madura, inteligente, educada, sencilla, paciente, comprensiva, franca, sincera, objetiva, de mentalidad abierta, dinámica, alegra y optimista.
La persona con la que otras evitan conversar es percibida como hipócrita, burlona, chismosa, envidiosa, mentirosa, terca, prejuiciosa, de mentalidad cerrada, impaciente, superficial, indiscreta, distraída, voluble, aburrida y pesimista.

Estas concepciones son transmitida, muchas veces, por ciertos comportamientos que tomamos al comunicarnos tanto verbal como no verbalmente; por eso es necesario identificar las barreras y puentes, tanto verbales como no verbales, que permitan mejorar cada vez más nuestra comunicación.

Trascendencia de la Comunicación Hablada III


1.4 El poder de la palabra hablada


Las palabras son, antes que nada, las herramientas que se requieren para una comunicación efectiva, principalmente para aquellas profesiones en las que se trabaja más con la mente que con las manos. Un buen vocabulario convierte a la comunicación en un proceso más sencillo, permite decir exactamente lo que uno quiere, permite equiparse para comunicar, capacita para describir no sólo los pensamientos, sino además los sentimientos, puede incluso capacitar para hablar por cuenta de otros y ayuda a ahorrar tiempo al no tener que corregir los malos entendidos que se generan porque somos incapaces de dejar las cosas claras desde el inicio.

Si nos damos cuenta, las personas de éxito pueden presentarse ante multitudes, utilizando las palabras para conformar las opiniones de quienes los escuchan. Las palabras pueden estar entendidas como los elementos clave, que llevan el pensamiento a otras personas; al utilizarlas, las palabras nos pueden ayudar como leales servidoras o también traicionarnos.

En una investigación del Laboratorio de Ingeniería Humana en la Universidad de Harvard, al aplicar una serie de pruebas a diversos individuos buscando comprender la importancia del conocimiento de las palabras, se les pidió que, en una lista de cinco sinónimos para 150 vocablos, seleccionaran aquellos que tuvieran un significado más cercano a la palabra propuesta; los resultados fueron los siguientes: 300 nuevos preparatorianos, promediaron 75 errores; 750 nuevos universitarios, promediaron 42 errores, 1000 graduados de universidad, promediaron 27 errores; un grupo de profesionales académicos, promedió 8 errores y un grupo de hombres de negocios promediaron 7 errores.

Las conclusiones a que se llegaron en la investigación, por supuesto tuvieron que ver con la serie de correlaciones, no sólo con las variables de conocimiento de las palabras y el grado académico de los individuos, sino también con aquellas que se destinaban a saber el puesto de las personas que se dedicaban a los negocios, el sueldo, la carrera cursada, la escolaridad de los padres, etc. Sin embargo, se pudo notar que los individuos manejan el vocabulario de acuerdo con sus necesidades y dependiendo de su contexto de actividad; la amplitud del vocabulario puede dejar mejores resultados quizás en aquellas personas que lo van a utilizar como una herramienta de trabajo, mejor que para aquellos que no lo utilizarán.

Pero, ¿cómo obtener un mejor vocabulario? Una forma directa para lograrlo es acercándose más a la lectura. Las personas que leen frecuentemente tienen mejor dominio del lenguaje, no es coincidencia que incluso manejen mejor sus habilidades de conversación y de escritura.

También hay que pensar que las palabras deben utilizarse para mejorar nuestro lenguaje, no para presumir de que conocemos muchos términos, las denominadas “palabras mayores” tienen poco que ver con la conversación cotidiana; la mejor comunicación es aquella que se muestra clara y sencilla, sin necesidad de impresionar. El uso deliberado de cualquier palabra y hacia quien la pronuncia, haciendo que el mensaje no se entienda por completo.

Un orador exitoso es quien logra impresionar al auditorio por el contenido de los mensajes y no por lo extenso del vocabulario empleado, pero siempre es bueno tener en nuestro repertorio aquellas palabras que parezcan más adecuadas al mensaje que queremos expresar.

También debemos considerar que cuando nos comunicamos con palabras, sólo estamos utilizando un elemento de nuestra gama de comportamientos comunicativos, en realidad no podemos dejar de comunicarnos por un instante. La actitud corporal subraya, muchas veces, lo que estamos comunicando verbalmente por lo que es importante demostrar seguridad al emplear un vocabulario acorde con lo que es importante demostrar seguridad al emplear un vocabulario acorde con lo que decimos y con nuestras actitudes.

Para mejorar, en general el vocabulario, lo único que tenemos por hacer es practicar con exposiciones y pláticas cotidianas sobre temas que nos interesan o sean de actualidad.

Una práctica medular de la expresión oral, es desarrollar el hábito de tomar nota de:

 Las  ideas que pasen por la mente sobre cualquier tema y que en un momento dado servirán para alguna exposición.
  •  Conceptos interesantes que leamos en la prensa.
  • Conceptos interesantes que oigamos en la televisión.
  • Ideas que se desprenden de una conversación ajena.
  •  Conceptos que de pronto surjan impensadamente de nuestra boca.
  •  Ideas de opinión ante los acontecimientos actuales en los lugares donde realizo mis actividades cotidianas (escuelas, casa, empleo, deportivo, etc.)
  •  Sucesos que ocurren a nuestro alrededor y consideremos importantes (noticias, reglamentos, ambiente, etc.).


Hay temas que se pueden trabajar, tanto para adquirir práctica como para acumular material, a fin de desarrollar una habilidad de expresión sobre cualquier área de conocimiento.


Trascendencia de la comunicación humana II Analizar el escuchar y sus objetivos


Analizar el escuchar y sus objetivos

a)    Para relajarse y entretenerse. Probablemente escuchar para relajarse y entretenerse ocupa gran parte del tiempo que dedicamos a escuchar. Escuchar para este objetivo requiere que suspendamos nuestras facultades críticas y otros estímulos.

b)   Para informarse. A veces se escucha para adquirir un nueva habilidad o para tener información sobre cómo desempeñar una actividad.

c)    Para evaluar y criticar. En ocasiones mostramos la actitud apropiada para escuchar porque ello nos permite reconocer cierta situación, actitud, objeto o caso que requerimos evaluar o criticar para, de este modo, llegar a una comprensión satisfactoria de lo enjuiciado.

d)   Para empatizar con el otro y en esta forma ayudarlo a ayudarse a sí mismo. La función de ayudar es un objetivo importante al escuchar. Se escucha a las personas quejarse, hablar acerca de sus problemas personales o intentar tomar una decisión porque con frecuencia se tiene la idea de ayudarlas.

1.3 El desarrollo de la confianza
Conocer la actitud apropiada para escuchar:

ü  Estar dispuestos a escuchar a nuestro interlocutor aún y cuando estemos de acuerdo con lo que dice.
ü  Evitar criticar tanto la apariencia como lo que dice.
ü  Permitir que nuestro interlocutor termine de hablar sin interrumpirlo.
ü  Mantener la mentalidad abierta acerca de la persona que hablar e intentar comprende el mensaje que está tratando de comunicar.
ü  Enviar mensajes de educación, cortesía, atención y respeto al interlocutor, mirándolo constantemente.

Durante el proceso de la comunicación humana, como ya vimos, el ESCUCHAR es indispensable; sin embargo, es importante considerar la RETROALIMENTACIÓN para que tal proceso esté completo.

Para dar retroalimentación:
  • Fijarse en la disposición del receptor.
  • Describir, no interpretar.
  • Dar la retroalimentación inmediatamente.
  • Considerar el tiempo y el lugar adecuados.
  • Aportar ideas o sugerencias nuevas.
  • Retroalimentar sobre lo que se pueda cambiar.
  • No exigir el cambio de la persona.
  • Considerar el motivo de la retroalimentación.
  • Compartir algunos sentimientos o ideas.

Para recibir retroalimentación:

  • Expresar sobre qué se quiere recibir la retroalimentación.
  • Comprobar lo que se ha escuchado.
  • Compartir las reacciones que se tienen de la retroalimentación.

Trascendencia de la comunicación oral




Objetivo El estudiante identificará los conceptos que son elementales en la comunicación oral para mejorar las habilidades lingüísticas del individuo.


1.Naturaleza, importancia y proceso de la comunicación oral

Objetivo 
  Conocer y analizar la importancia de la comunicación oral.
 Identificar las actitudes que dificultan la comunicación oral.


1.1 Concepto de comunicación
Comunicación es el proceso para la transmisión de mensajes (ideas o emociones) mediante signos comunes entre emisor y receptor, con una reacción o efecto determinado.

La comunicación es el acto de interrelación entre dos o más sujetos, mediante el cual se evoca en común un significado.

La comunicación, es el proceso  mediante el cual se entra en contacto con otras personas para entablar un diálogo, a través del cual se envía cierto mensaje, que posteriormente tendrá una respuesta.


1.2 Saber escuchar
Durante el importante proceso de la comunicación humana, se ponen en práctica dos de los elementos: HABLAR Y ESCUCHAR; ambas relacionadas entre sí, pero tal vez la menos apreciada y ejercitada es la de escuchar.
Desde la infancia se comienza a aprender el cómo articular, manifestar palabras para poder conversar.
Hemos adoptado una postura pasiva ante esta habilidad que podemos pasar horas aprendiendo a leer, escribir, incluso hablar en la educación básica y superior, pero no a escuchar, a pesar de ser éste un elemento básico para la comunicación.

Si partimos de la idea de que el elemento más importante a trabajar en la comunicación es el ESCUCHAR, tendremos que definir algunos conceptos básicos que nos ayudaran a lograrlo con efectividad.

·      ESCUCHAR es una función mental que requiere de la reconstrucción del mensaje que oímos, que pongamos atención y nos concentremos en lo que se nos dice, y que se consideren todos los aspectos que influyen y rodean el acto comunicativo.

OIR es sólo una función física para la que basta que nuestro mecanismo auditivo esté funcionando bien, sin deficiencias para que seamos capaces de oír; aún cuando no prestemos atención.

Escuchar efectivamente no se consigue con facilidad, como tampoco el lograr que nos escuchen, puesto que depende mucho del grado de atención que exista y ésta se podrá ver afectada por diversas barreras, muchas veces imposibles de eliminar, pero que si nos educamos al respecto las sabremos esquivar.

    BLOQUE 3 PROYECTO N° 7 “INFORMES DE EXPERIMENTOS” Ámbito: Estudio. Práctica social del lenguaje: Elaborar informes sobre experi...