jueves, 24 de enero de 2019

2. Barreras y puentes de la comunicación oral


2. Barreras y puentes de la comunicación oral


Objetivo
  Identificar los problemas que impiden la comunicación oral.


Como ya se mencionó antes, es común que durante la comunicación estén presentes los obstáculos o ruidos que distraigan nuestra atención y nos impidan escuchar con efectividad, a estos también se les conoce como barreras, definidas por Clevenger y Matthews como cualquier interferencia en el proceso de la comunicación.

Se pueden distinguir ciertas barreras que pueden ser clasificadas en externas o ambientales e internas y semánticas o relativas al que habla.

2.1 Semánticas
Las barreras relacionadas con el habla o semánticas; éstas se refieren a la diferencia de significados que puede tener un mensaje para las persona, debido a sus diferencias socioculturales o de valores, es decir, incluyen a un hablante que posee una cultura muy diferente a la propia, el modo de hablar, los gestos, las expresiones, el acento, el estatus que maneja al hablar con el oyente y la dificultad que representa la decodificación correcta del mensaje, enviado por las diferencias existentes.

Como puede apreciarse, el acto de la comunicación es muy complejo y hay muchas variables que entran en una situación de comunicación determinada, pues no sólo es considerar los elementos que conforman la misma; sino aspectos como el de la inteligibilidad, ya que son niveles más básicos de la organización de los mensajes involucran fonemas, palabras, frases y oraciones complejas; así como condiciones del ambiente, actitudes de los interlocutores, entre otros aspectos que impedirán o permitirán la recepción y transmisión fiel del mensaje.

Clevenger y Matthews definen la fidelidad como la correspondencia entre el mensaje y su recepción, aunque tratándose del significado del mensaje, esta correspondencia nunca podrá ser exacta, de manera que tendríamos que hablar en términos de mensajes de alta o baja fidelidad, todo depende del grado de correspondencia entre la intención del emisor y la comprensión por parte del receptor; es decir, el logro de atención, generación de un interés o necesidad a satisfacer, búsqueda del marco y entorno semántico común, así como la adecuación del mensaje por parte del emisor.

En primera instancia, podríamos decir que, al igual que en el caso de todos los equipos de sonido de alta o baja fidelidad, cuanta más energía se gasta, tanta más fidelidad tendrá el mensaje. Es decir, generalmente si el emisor gasta energía en esforzarse por hacerse entender, si se explica bien, dando ejemplos y razones e ilustra sus ideas con apoyos verbales y, además, toma en cuenta la retroalimentación del receptor y cambia su mensaje de acuerdo con los requerimientos de éste, entonces aumentará la posibilidad de que su mensaje sea de alta fidelidad, es decir, habrá alta correspondencia entre su intención de comunicación y la comprensión de su mensaje por parte del receptor.

Sin embargo, con esto no queremos decir que la relación entre el esfuerzo del emisor y el receptor y, la fidelidad del mensaje, sea como una fórmula de: a mayor esfuerzo, mayor fidelidad. Puesto que hay situaciones que requieren de poco esfuerzo y sin embargo, existe un alto grado de correspondencia entre la intención del emisor y la comprensión del receptor, así como también del grado de confianza o intimidad existente entre los comunicantes, he aquí por qué la comunicación es considerada como todo un arte.

Clevenger y Matthews afirman que la persona que sabe conversar es percibida como honesta, discreta, madura, inteligente, educada, sencilla, paciente, comprensiva, franca, sincera, objetiva, de mentalidad abierta, dinámica, alegra y optimista.
La persona con la que otras evitan conversar es percibida como hipócrita, burlona, chismosa, envidiosa, mentirosa, terca, prejuiciosa, de mentalidad cerrada, impaciente, superficial, indiscreta, distraída, voluble, aburrida y pesimista.

Estas concepciones son transmitida, muchas veces, por ciertos comportamientos que tomamos al comunicarnos tanto verbal como no verbalmente; por eso es necesario identificar las barreras y puentes, tanto verbales como no verbales, que permitan mejorar cada vez más nuestra comunicación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡YA NO QUIERO SER MAESTRO!

  “YA NO QUIERO SER MAESTRO”   En lo que va del año a la fecha, muchos compañeros docentes se han acercado para confiarme casi en secret...