1.2
Dirección y fluidez
La voz debe ser una ventaja en la
comunicación oral. “Al contrario de la imagen y a diferencia de la escritura,
la lengua hablada es disponible de inmediato” (Renzo, 1988:19). Aprender a usar
la voz como un instrumento sonoro y resonante, tendrá beneficios en nuestros
actos de comunicación cotidiana, especialmente cuando en estos se presente
cierta formalidad, por ejemplo en el uso del teléfono o en el marco de una
reunión. La voz debe atraer la atención y no permitir que se convierta en una
barrera contra la acción.
En la comunicación verbal se denomina
dicción
a la correcta pronunciación de los fonemas que conforman las palabras. La falta
de dicción, es decir los tropiezos, tartamudeos y cambio de letras u omisiones
de las mismas en el vocabulario, sólo traen como resultado que se escuche mal
lo que decimos; lo cual genera una imagen de no saber el uso correcto de las
palabras o de no interesarnos por hablar correctamente.
En el caso de la fluidez, ésta se entiende
como el ritmo apropiado para expresar las ideas sin la presencia de pausas o
respiraciones repentinas por la boca, cuando se habla demasiado rápido. En sí,
la falta de dicción ocasiona que no se tenga una fluidez adecuada.
1.3 Voz y variedad vocal
Tu voz es el principal vehículo para
transmitir un mensaje al igual que los transportes, puedes adquirir una que
apenas avanza con mucha dificultad o usa una que, además de suave para
conducir, sea veloz. Aunque habrá que considerar, también, que ambos te llevan
hasta el destino que te hayas marcado, pero la calidad del viaje puede variar
en gran medida.
Con esta comparación, que para muchos
puede resultar absurda, lo que se pretende es hacer reflexionar que el uso de
la voz estará presente, siempre, ante la imagen que demos a los demás, pues se
trata de nuestra forma de acercamiento a la interacción humana.
Según Decker (1992), el tono de la
voz puede determinar la efectividad del 80% de un mensaje. La voz, entonación,
resonancia y estilo, determinan así el 80% de la credibilidad cuando las
personas no nos pueden ver, por ejemplo cuando se escucha a un locutor por la radio,
atendemos a la grabación de algún mensaje. Podemos saber mucho de las personas
con las que hablamos por teléfono en unos cuantos segundos, sólo por el tono de
la voz.
Los cuatro aspectos a considerar en
una voz son: relajamiento, respiración, proyección y resonancia. El primer
aspecto se refiere principalmente a la emisión de la voz sin temblor y sin
altibajos de tono, el segundo al correcto empleo del aire al inhalar y exhalar sin que se escuche;
la proyección tiene que ver con la tonalidad expresada y la resonancia tanto
con el volumen como con la dicción.
Algunos consejos que puedes emplear
para el mejor manejo de la voz cuando tienes que hacer uso de ella, ya sea en
situaciones cotidianas o formales, se presentan a continuación (Decker, 1992):
·
No
leas los discursos. La escritura, la lectura y el habla son diferentes medios
para la comunicación. Utiliza notas y guías de las ideas principales cuando
hables. Piensa, adapta y altera el contenido de tu discurso.
·
Haz
énfasis en las palabras correctas. Experimenta remarcando las palabras
apropiadas en tus conversaciones cotidianas.
·
Llama
por teléfono a cinco compañías escogidas al azar en el directorio y califícalas
por la calidad y el tono de voz de la persona que conteste.
·
Haz
una lista de cinco personas conocidas que tengan un estilo de voz atractivo y
placentero, también identifica a aquellas que no te sean agradables en cuanto a
su uso de voz (de preferencia personajes de los medios de comunicación).
·
Graba
tus conversaciones por teléfono, reuniones de trabajo, conversaciones con
amigos, etc. El método más importante para mejorar el estilo de tu voz es con
la información que te proporcione el audio.
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