¡ A leer !

Dos binomios rigen toda nuestra experiencia de comunicación y expresión: Hablar y escuchar es uno, escribir y leer el otro. Cada uno tiene espacios, modos de ser, ambos son útiles e importantes, ya que pensamos, sentimos y recordamos con palabras. Todo son palabras “en el principio fue la palabra, el verbo”, nuestra sociedad no está construida por muros, sino por palabras, ya habladas ya escritas. En dichos binomios, se da una relación de poder; quien habla y escribe, domina a quien escucha y lee. “Sólo quien sabe escuchar y hablar, leer y escribir, es totalmente dueño de la palabra” dice Felipe Garrido. Cuando no vemos esto, vivimos dominados por quienes escriben y hablan por nosotros,incapaces de vivir esta relación de los binomios. Un lector es alguien que lee por gusto,por voluntad propia, todos los días como parte de su vida, que entiende lo que lee, y además puede escribir. Aunque es cierto que el periódico y las revistas se leen, un lector es alguien que se ha aficionado a leer libros y a estar entre libros, no por razones utilitarias sino también gracias a que freceuenta e la lectura, sus ventajas y placeres. Un lector sabe que puede llevar un libro a todas partes, que no necesita instructivos, ni baterías ni conexiones, que un libro debe ser cuidado pero sus exigencias son modestas, aun si ese libro no es tuyo o es de una biblioteca. Sabe que un libro puede ser destruido, pero no se descompone. Un libro es una oportunidad para dialogar, para aprender, conocer nuevos puntos de vista y asomarse a horizontes desconocidos. Cuando hablo de libros, hablo de los de aquellos que a todos nos significan: novelas, poesías, ensayos, cuentos y obras de teatro. No es que los demás no sirvan o sean en su biblioteca personal no incluyen estos libros, porque a diferencia de los demás, los libros de literatura nos importan a todos; los de medicina a los médicos, los de derecho a los abogados y así sucesivamente. Pero estos son de todos. La literatura trata de la vida, los valores, lo que nos sucede a todos, del vivir y del morir, enamorarse y desencantarse del amor, de ambicionar el poder, sufrir la soledad, el abandono, sacrificar todo a un ideal o ser egoístas y ruínes. Estos son los libros que nos hacen lectores. Quien aprende a leerlos, sabrá leer mejor y entender mejor todos los otros libros que llegaran a sus manos por razones de trabajo (para algunos es un placer trabajar con libros, cuidándolos, leyéndolos, conociéndolos y recomendándolos) porque nunca, en ninguna otra época, se ha escrito y publicado tanto como ahora, para todos los hábitos, todas las actividades, ha sido tan importante escribir bien y entender bien lo que se lee. Hoy, más que nunca es necesario leer. La lectura debería ser considerada como prioridad en todo los ámbitos de la vida. Se estaría haciendo realidad aquel viejo sueño de Don Felipe Garrido: “estaríamos de veras multiplicando nuestro número de lectores;estaríamos emprendiendo la más importante revolución, no de las armas ni de la guerra sino una grande revolución cultural, educativa, social que en ninguna época de la humanidad se habría logrado siquiera".