Aún cuando son muy pocos los profesores y/o instituciones que tratan
de integrar, de manera sistemática, a
las nuevas tecnologías dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje, es palpable
el hecho que este tipo de herramientas condicionan, de manera importante, a la
educación.
Por otro lado, las reformas educativas, presentan cambios que afectan
a objetivos, contenidos y metodologías exigidas por la integración de las
nuevas tecnologías. Aunque en este proceso de integración son necesarias las
decisiones de diversas áreas (estructuras de contenido, tecnología, económica y
política), también es cierto que existen otras problemáticas que influyen en el
proceso de enseñanza-aprendizaje.
Por lo tanto, se trata de generar un espacio de construcción de una
metodología que integre una solución, a la problemática que se vive, al momento
de integrar las nuevas tecnologías al ámbito educativo. Al mismo tiempo,
mencionar las características propias de los medios, para generar una cultura
de medios, conocer los medios, aprender a través de los medios y aprender con
los medios; siempre y cuando sirvan para generar nuevos métodos y modelos que
faciliten el acceso al conocimiento.
Haciendo énfasis en este último punto, no hay que dejar de lado la
relación existente entre el docente, la escuela y la sociedad que se encuentra
en un proceso continuo de transformación. Al integrar las nuevas tecnologías a
la educación genera, también, cambios en valores, comportamientos y relaciones
que indican que no sólo es una simple suma de medios, sino que afecta objetivos
del proceso educativo en su conjunto.
NUEVAS TECNOLOGÍAS, NUEVO VOCABULARIO
El uso de las nuevas tecnologías implica también el uso de un nuevo
vocabulario relacionado con ellas.
Algunos términos siguientes pueden no ser sencillos de comprender y
manejar, para algunas personas, por lo que a continuación se conceptualizan
para un mejor manejo de término relacionados con computación.
Los términos hipertexto, hipermedia y
multimedia, tienen un origen reciente y, a pesar de que a veces se
utilizan de manera indistinta como sinónimos, no tienen el mismo significado.
El primero en aparecer fue hipertexto, sus orígenes se remontan
a un artículo publicado por V. Bush en 1945 y que hacía referencia a la
organización de grandes cantidades de información. V. Bush planteó la necesidad
de crear un sistema de recuperación de la información de carácter asociativo,
parecido al pensamiento del ser humano, de manera que una palabra pudiera
enlazarse con cualquiera de las múltiples relaciones semánticas que evoca. A
este sistema lo denominó Memex[1].
Años después se desarrollaron los primeros sistemas hipertextuales,
que emplearon un sistema más complejo de organizar las múltiples relaciones
entre conceptos. En realidad la idea del hipertexto era, en un principio la
construcción de un nuevo espacio de lectura y escritura, en el que se pudiera
romper la Alinealidad@ de la escritura sobre un soporte físico, como un papel.
En consecuencia la idea de hipertexto llevo a la aparición de otro nuevo
término: hipermedia, en el momento en que se añadieron imágenes,
registros sonoros o video a ese espacio de representación del conocimiento.
El hipertexto y el hipermedia son, por lo tanto, sistemas de escritura
y de lectura no lineal, en los que tanto el escritor como el lector pueden
escoger los caminos de lectura que deseen, denominados a veces de “navegación”,
los cuales suelen estar representados como enlaces entre palabras o entre
imágenes.
Por el contrario el término multimedia hace referencia a la
integración de texto y material audiovisual que controla su presentación. Puede
existir o no la libertad para que un lector escoja sus caminos de lectura, pero
esto es sólo una característica más que algo verdaderamente sustancial.
A veces se ha relacionado al sistema multimedia con la capacidad de
interacción con el usuario. De acuerdo con este enfoque, se puede hablar de
multimedia pasivo, activo y adaptativo. El multimedia pasivo sólo
permite que el usuario inicie y acabe la sesión o, cuando mucho, que pueda ir
cambiando las “páginas” como si se tratara de un libro. Por otro lado los multimedios
activos permiten un alto grado de interacción, siendo el usuario quién
determina los múltiples caminos de información que necesita consultar. Por
último el multimedia adaptativo se refiere a la posibilidad de que sea el
usuario quién pueda incluir contenidos propios bajo formatos diferentes: audio,
imágenes, anotaciones de texto o combinación de estos; y que el programa
multimedia los incorpore como elementos nuevos.
Una vez descritos los diferentes tipos de sistemas multimedia, se
puede observar que este último sistema multimedia es el más completo para los
ambientes educativos, pero también el más complejo para diseñar y desarrollar.
En base a estas características, existe otra clasificación por su operatividad,
que se denomina abierto para los del último tipo, o bien cerrados para referirse a
los que solo permiten su consulta o visualización.
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